20 de noviembre de 2010

La panza de Buda, parte I

Esta era una Budita tan normal como cualquier otra Budita que uno pueda encontrarse por allí, con la excepción de que estaba triste. Y estaba triste porque tenía un grabe problema, bueno, en realidad tenía muchos problemas pero este es el único problema del que nos ocuparemos por ahora. Y ese problema era el siguiente: ¡No tenia panza!.

Es bien sabido que en circunstancias normales, una persona en la misma calidad de normalidad puede sobrevivir y lo que es más, llevar una vida plena sin tener panza. Pero Budita no era una persona común y corriente, y necesitaba su panza por que sin ella era incapaz de dar buena suerte cuando se la sobaran. Y esta era la razón por la que, como dije antes, estaba muy triste.

Como no sabía que hacer decidió ir a consultar con un amigo suyo cuyo nombre no es importante saber de momento pero era bastante malo escribiendo cuentos. El amigo de Budita dijo que no sabia mucho de ese tipo de cosas pero que con mucho gusto ayudaba en lo que pudiera. Budita dijo en agradecimiento (probablemente) algo que su amigo no pudo entender del todo y se pusieron manos a la obra.

Y cuando digo "manos a la obra", quiero decir que ambos se sentaron a pensar y pensar y pensar, hasta que se aburrieron y se fueron a dormir a sus casas. Y todos fueron felices por siempre

FIN.








¿Cómo dices? ¿Qué clase de final es ese? Pues lo siento, en verdad me gustaría continuar la historia; de hecho me encantaría contarles lo que paso esa misma noche y fue trasendente para la resolución del problema, pero no puedo continuar por que la historia fue robada...

...continuara

No hay comentarios:

Publicar un comentario