17 de enero de 2011

Filtros

Aoche tuve un sueño raro. Raro en el sentido de que lo presencie como tercera persona como si estuviera leyendo un libro o viendo la TV y eso casi nunca pasa. Ademas no parece que aya recibido información del exterior, con la excepción tal vez de la conversación que tuve con el Capitán Casanova antes de dormir.



La historia trataba de un sujeto sin nombre que trabajaba en lo que parecía ser un Domino's pizza. este sujeto tenía un superpoder muy extraño y que no creo haber terminado de entender y es la razón por la que digo que el sueño fue raro. Su super poder consistía en la capacidad de "ponerle filtros a las personas", ...mmm así lo llamaba él.

Pero espera, hay más. Había también un segundo sujeto que aparentemente normal, es decir que no tenía ningún superpoder. No recuerdo como pero este sujeto aparentemente normal se involucra con el sujeto que tiene superpoderes de lo que resulta una relación de amistad.

escucho de vez en cuando expresiones como "Ponle un filtro a ella", esto lo dijo el sujeto sin poderes justo antes de ir con una muchacha con intenciones de cortejo; "...y ese de allí ya tiene un filtro", esto lo dijo el sujeto con poderes un poco divertido señalando a un tipo que comía una pizza y que la situación debía entenderse como si fuera divertido; y "el filtro se acabo" lo dijo también el tipo con poderes con prisa interrumpiendo una conversación.

Como lo entendi, poner filtros era como hacer que las personas se mostraran como son realmente.

Y eso no es todo, de pronto la historia da un giro inesperado. El sujeto con poderes buscaba algo, que no podía conseguir por si mismo y necesitaba del sujeto sin poderes para encontrar eso. Lo que buscaba era algo como una idea, un recuerdo, proceso cerebral o algo así.

Entonces la relación de amistad no era una relación de amistad sino que habían hecho un trato, en el cual el sujeto con poderes prestaba sus servicios al sujeto sin poderes y había llegado el momento de cobrar. Mmm..., mas bien, el sujeto sin poderes acepto de buena manera como el que simplemente devuelve un favor.

Le hizo algo que era diferente a "ponerle un filtro" y que provoco que su cuerpo (el del sujeto sin poderes) tuviera problemas para ser reconocido por su mente, buscar la "idea" le saturo el cerebro, una sobrecarga de información y apenas si podía balbucear algunas palabras.

El sujeto con poderes no es una mala persona, solo esta desesperado, y aun que no pudo cumplir con el trato un tiempo después se arrepiente y le quita lo que le puso.

En eso estaba cuando me despertaron, así que no se como acaba la historia. Si a alguien le suena todo esto que por favor me lo haga saber por que mi subconciente es muy mentiroso y yo no le creo nada.

10 de enero de 2011

Instrucciones de como Volar

El volar es un arte o, mejor dicho, un don.

El don consiste en aprender a tirarse al suelo y fallar.

Elija un día que haga bueno -sugiere- e inténtelo.

La primera parte es fácil.

Lo único que se necesita es simplemente la habilidad de tirarse hacia adelante con todo el peso del cuerpo, y buena voluntad para que a uno no le importe que duela. Es decir, dolerá si no se logra evitar el suelo.

La mayoría de la gente no consigue evitar el suelo, y si de verdad lo intenta como es debido, lo más probable es que no logra evitarlo de ninguna manera.

Está claro que la segunda parte, la de evitar el suelo, es la que presenta dificultades.

El primer problema es que hay que evitar el suelo por accidente. No es bueno tratar de evitarlo deliberadamente, porque no se conseguirá. Hay que distraer de golpe la atención con otra cosa cuando se está a medio camino, de manera que ya no se piense en caer, o en el suelo, o en cuánto le va a doler a uno si no logra evitarlo.

Es sumamente difícil distraer la atención de esas tres cosas durante la décima de segundo que uno tiene a su disposición. De ahí que fracasen la mayoría de las personas y que finalmente se sientan decepcionadas de este deporte estimulante y espectacular.

Sin embargo, si se es lo suficientemente afortunado para quedar distraído justo en el momento crucial por, digamos, unas piernas espléndidas (tentáculos, pseudopodia, según el fílum y/o las inclinaciones personales), por una bomba que estalle cerca o por la repentina visión de una especie sumamente rara de escarabajo que se arrastre junto a un hierbajo próximo, entonces, para pasmo propio, se evitará el suelo por completo y uno quedará flotando a pocos centímetros de él en una postura que podría parecer un tanto estúpida.

Es éste un momento de soberbia y delicada concentración.

Oscilar y flotar, flotar y oscilar.

Ignore toda consideración sobre su propio peso y déjese flotar más alto.

No escuche lo que alguien le diga en ese momento, porque es improbable que sea algo de provecho.

-¡Santo Dios, no es posible que estés volando! -es el tipo de comentario que suele hacerse.

Es de importancia vital no creerlo, o ese alguien tendrá razón de pronto.

Flote cada vez más alto.

Intente unos descensos en picado, suaves al principio, luego flote a la deriva sobre las copas de los árboles respirando con normalidad.

NO SALUDE A NADIE.

Cuando haya hecho esto unas cuantas veces, descubrirá que el momento de distracción se logra cada vez con mayor facilidad.

Entonces aprenderá todo tipo de cosas sobre cómo dominar el vuelo, la velocidad, la capacidad de maniobra, y el truco consiste normalmente en no pensar demasiado en lo que uno quiere hacer, sino limitarse a dejar que ocurra como si fuese a suceder de todos modos.

También aprenderá a aterrizar como es debido, algo en que casi con seguridad fracasará, y de mala manera, el primer intento.

La vida, el niverso y todo lo demas. Douglas Adams

3 de enero de 2011

Había una vez un lindo urinario…



Marcel Duchamp nació el 28 de julio de 1887 en Blainville y en 1906, antes de cumplir los veinte años, ya está en pleno meollo del París artístico, donde moría el fauvismo e iniciaba el arte de vanguardia y la impresión. Al tiempo que empieza a pintar, publica caricaturas y dibujos humorísticos en la prensa, avanzando así una veta decisiva en toda su insólita obra posterior: el humor, la ironía y la parodia.

Después de realizar varias obras en la línea del decadente fauvismo, se dedicó a la experimentación y al arte de vanguardia e hizo su obra más famosa, Desnudo bajando una escalera (1912), en la que expresa el movimiento continuo a través de una cadena de figuras cubistas superpuestas.

En el campo de la escultura fue pionero en dos de las principales innovaciones del siglo XX: el arte cinético y el arte ready-made. Este último consistía simplemente en la combinación o disposición arbitraria de objetos de uso cotidiano, tales como un urinario o un porta-botellas, que podían convertirse en arte por deseo del artista. Su Rueda de bicicleta (1913), uno de los primeros ejemplos de arte cinético, estaba montada sobre una banqueta de cocina.



En 1917 Marcel Duchamp fue invitado por la galería Grand Central de Nueva York a formar parte del jurado de una exposición de artistas independientes. Sin informar a nadie, el propio Duchamp envió para exponer en esa exposición un urinario de porcelana blanca firmado con el seudónimo "R. Mutt" (firma aun notoria en el extremo izquierdo de la “escultura”). Cuando su Fuente fue rechazada para la exhibición, Duchamp renunció al jurado y el incidente causó un escándalo que sacudió al mundo del arte.

Con esta actitud provocadora Marcel Duchamp quiso mostrar su desilusión ante las formas tradicionales del arte, pintura y escultura, como medios de expresión, y su rechazo ante la idea de que el arte y el artista tienen una "naturaleza especial" distinta a la de los hombres y objetos ordinarios. Su gesto de enviar a la exposición un producto comercial fabricado en serie y firmado por un "artista" inexistente, se opone radicalmente a la sacralización de la obra de arte como "creación única e irrepetible", salida de las manos de un "genio". Este desafío "antiartístico" proponía romper con las barreras del arte y ampliar sus horizontes. En la defensa de su Fuente, Duchamp escribió:

“…Si el Sr. Mutt construyó o no con sus propias manos la Fuente no tiene ninguna importancia. Él la ELIGIÓ. Tomó un objeto de la vida diaria, lo reubicó de manera que se perdiera su sentido práctico, le dio un nuevo título y punto de vista y creó un nuevo significado para ese objeto…”